Ceguera por nieve

La ceguera por nieve se produce cuando la intensidad de los rayos solares, reflejados por el hielo y la nieve, especialmente cuando el sol está en lo alto (también puede aparecer en tiempo nublado) lesiona los ojos.
Se manifiesta con sensibilidad a la luz (hay que entrecerrar los ojos para mirar) parpadeo, lagrimeo.
Más adelante aparece inflamación, enrojecimiento, sensación de arenillas e incluso ceguera.
Utilizando unas gafas de sol adecuadas, se puede prevenir fácilmente la ceguera producida por la nieve.
Si no disponemos de ellas, podemos improvisarlas con corteza de árboles o pintando de negro con ceniza o un corcho quemado alrededor de los ojos.
El tratamiento consiste en procurar oscuridad, vendando los ojos si es necesario.
Si duelen los ojos se pueden aliviar aplicando paños mojados sobre ellos y sobre la frente.